La cala de Aiguablava es la esencia de la Costa Brava, donde se mezclan el precioso entorno natural, y las aguas cristalinas. Pertenece a Begur, y está situada al sur de Fornells, es de arena fina y dorada de unos 75 m de longitud y 25 m de ancho y de aguas poco profundas.
Playa de Aiguablava en Begur
Está formada por la Punta d’es Mut y los peñascos de Cala de Cabres y Ses Falugues, rocas de tonos morados y violáceos que junto a la maravillosa vegetación formada por bosques de pinos y viejos y fantásticos olivos reflejan sobre la playa, de aguas poco profundas y nítidas, unos matices que intensifican el color azul claro casi verde de esta preciosa cala que recibe el nombre de “agua azul”.
Su litoral es una constante sucesión de acantilados y pequeñas calas, hacia la izquierda encontramos el Port d’ Esclanyà ( nombre poco apropiado al no ser un puerto ), la Punta des Pi, la playa de En Malaret, el Port de Ses Orats y el cabo Rubí, hasta llegar a la playa Fonda.
Dispone de puesto de vigilancia en verano, duchas y un reformado y ampliado aparcamiento de pago en verano. También es posible realizar diferentes actividades deportivas y acuáticas como kayac y patines, además de contar con el Club Náutico Aiguablava.
En esta cala podemos encontrar una muestra de los restaurantes más destacados de la cocina empordanesa basada en pescados y arroces, desde el restaurante del Parador Nacional de Aiguablava el “Mar i Vent” ( además de Beach Club), el Restaurant Garreta, hasta el “superchiringuito” de “Toc al Mar”.