Situada bajo el Cap Gros, en el municipio de Palamós, encontramos esta pintoresca cala de guijarros y grava, de unos 100 metros de longitud por 7m de ancho. En ella destacan sus casitas blancas de aspecto humilde, morada de pescadores, además de numerosas barcas varadas en las rocas, todo ello le otorga una inusual imagen de pueblecito pesquero que se niega a actualizarse.
Podremos acceder a ella desde el Port de la Marina de Palamós, tras un breve recorrido de 5 minutos, o llegar mediante el camino de ronda que parte desde la playa de la Fosca, en una breve caminata de algo más de 25 minutos.
Esta cala suele ser poco frecuentada durante el año, excepto en los meses de verano, debido a los huéspedes del cercano Camping Palamós, y a otro precioso encanto, la calidad de sus aguas y fondo marino, donde podemos encontrar diversas especies de algas de gran valor ecológico, estrellas de mar, o numerosas especies de peces, como morenas, ya que bajo sus aguas existen fondos de hasta 25 metros de profundidad.
En la época de la Edad Media, Cala Margarida era utilizada como el lugar donde se alojaban los marinos tras sus largos viajes, para comprobar tras un periodo de cuarentena en la cala, que no traían ninguna infección que contagiar al resto de la población.
La playa cuenta con servicios de duchas y papeleras, pero aunque pequeña y rocosa, es a la vez íntima y acogedora, ideal para acercarnos a disfrutar de un baño y de una estupenda vista del Cap Gros.