La cala Vigatà, está situada en un entorno natural, compuesta de grandes rocas y envuelta en abundante vegetación. Está catalogada como playa nudista, así que si se te olvida el bañador no hay problema, pero jamás te olvides las gafas y el tubo de snorkel, aquí encontrarás un ecosistema de gran valor, formado gracias a unos fondos rocosos y a grandes prados de Posidonea oceánica, por eso se trata de uno de los rincones más ricos de esta zona.
Cala Vigatà
La encontrarás muy próxima a Sant Feliu de Guíxols, a unos 2 km., deberás tomar la carretera que asciende a la Ermita de Sant Elm, tras algunas curvas, verás un cartel donde te indica seguir por la izquierda hacia la ermita y a la derecha en dirección a Tossa, deberás tomar ésta última.
Tras algunos metros más, llegarás a la calle Vista Alegre, núm. 35, que desciende a mano izquierda, podrás aparcar por ahí y seguir el camino a pie hasta la cala.
Ya tan sólo te queda el descenso, de unos pocos minutos, por un tramo de escaleras en zig-zag que te llevarán al que podría ser tu rincón preferido por su intimidad y belleza.
No te engaño si te digo que la entrada al baño es un tanto complicada, lo mejor es zambullirse con precaución cuanto antes, y evitar un patinazo al caminar sobre las rocas resbaladizas.
En verano, el lugar es visitado por un gran número de embarcaciones, pero debido a los fondos rocosos, no se aproximan demasiado a la costa. También puedes encontrarte con algunos amantes del kayak, que recorren este litoral en solitario o en pareja, y aprovechan para hacer un alto en el camino y darse un baño.
¿Más información? Las mejores playas y calas de Sant Feliu de Guíxols