El Museu de la Técnica de l’Empordà en Figueres, es un espacio para el estudio de la tecnología y los cambios que se llevaron a cabo a lo largo de la Revolución Industrial, un lugar donde entender el pasado y la historia de los s. XIX y XX. En él se exponen más de 3000 objetos mecánicos que resultan imprescindibles para comprender la evolución que nos ha traído hasta el día de hoy y cuáles pueden ser las inquietudes de los valientes emprendedores que nos llevarán al futuro de mañana.
En el museo no sólo los coleccionistas e historiadores quedarán encantados, el visitante encontrará piezas que combinan el sentido práctico y el arte, a través de las cuales entenderá cómo la ciencia y la técnica impulsaron el progreso humano. El Museu de la Tècnica de l’Empordà quiere contribuir en el proceso de divulgación científica, despertar la vocación de los escolares que lo visitan y tienen la oportunidad de poner en práctica gracias a las actividades que se organizan.
Su fundador, Pere Padrosa Puignau, salió un domingo en dirección a su trabajo y al cruzar la Plaça del Gra, donde cada primer domingo de mes se ubicaba la Fira d’antiguitats de la ciudad, quedó encaprichado de una máquina de escribir modelo Erika del año 1910. Su pasión y satisfacción por rehabilitarla, le llevó a iniciar un recorrido de más de 30 años y 4.500.000 kilómetros en busca de objetos relacionados con el mundo de la mecánica, siempre acompañado por su mujer Margarita Pierre Mallol, que compartía la misma pasión.
El Museu de la Tècnica de l’Empordà espai de la Fundació Pere Padrosa Puignau – Margarita Pierre Mallol se fundó en el año 2004 y ha acabado siendo una de las exposiciones de objetos mecánicos más importantes del mundo. El 26 de octubre del 2010 recibió el premio de la Fulla de Figuera de Plata que otorga el Ajuntament de Figueres, un reconocimiento municipal que premia a la persona o al colectivo por su destacada aportación a la vida social, económica, cultural y/o artística de la ciudad.
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El museo lo componen los objetos adquiridos durante todos estos años, pero además cuenta con un importante fondo de colección. El recorrido de la planta baja nos llevará por los inventos del s. XIX, el fonógrafo, el teléfono, las cámaras fotográficas… En él, los amantes de los automóviles podrán admirar una verdadera joya, un Hispano Suiza de principios del s. XX., el motor de gasolina inventado por Daimler/Maybach o el motor de cuatro tiempos ideado por Otto en el año 1876.
La primera planta del museo tiene dos salas en las que encontraremos una gran variedad de máquinas de coser, muestra que nos recuerda que la creación de estas humildes máquinas hicieron posible el crecimiento de la industria textil, el acceso de la mujer al mundo laboral y su aportación a la economía familiar.
Los relojes Morez Comptoise son otra de las joyas del museo, expuestos a lo largo de toda una pared, muestran un mecanismo sencillo y lento que todavía hoy nos marca el paso del tiempo. Centralitas telefónicas, cámaras fotográficas, de diapositivas, fonógrafos, receptores de radio, una cámara de diapositivas precursora de la cámara de cine, son los primeros pasos que la tecnología dio hacia la información y el conocimiento.
La segunda planta del Museu de la Tècnica de l’Empordà está dedicada en exclusiva a las máquinas de escribir y su mobiliario, no podía ser de otro modo, ya que fueron el origen de la creación de esta colección y el posterior museo. En ella encontraremos los pupitres donde los estudiantes de mecanografía debían alcanzar el elevadísimo número de pulsaciones por minuto que se exigía, las máquinas portátiles de periodistas con las que transcribieron las duras escenas de guerra, o las primeras máquinas para invidentes que les permitieron expresarse por escrito y aprender a leer.
Toda esta evolución tecnológica la podremos encontrar a través de la visita atenta por las instalaciones de El Museu de la Tècnica de l’Empordà ¡No os lo perdáis! .